sábado, 9 de abril de 2011

la Junta, tenia informacion de Hacienda.

G. LOBATO
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El ex viceconsejero de Empleo, Agustín Barberá, que recibió el informe de Hacienda, a la salida de los juzgados de Sevilla hace un año, donde tuvo que declarar por el «caso Mercasevilla
Informe que la Intervención remitió a Empleo en 2005 donde avisó de desfases contables en las ayudas a ERE y que Carmen Martínez Aguayo conoció siendo viceconsejera de Hacienda con Griñán
La Intervención General de la Junta de Andalucía advirtió ya en 2005 a las Consejerías de Empleo y Hacienda de que algunas ayudas para expedientes de regulación de empleo destinadas a empresas, canalizadas a través del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), estaban infladas. La jueza de instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, investiga un fraude relacionado con la gestión de estos fondos por la Junta, que manejó más de 647 millones entre 2001 y 2010, al hallar al menos 72 «intrusos», es decir, personas que se beneficiaron de jubilaciones anticipadas en empresas donde nunca habían trabajado.

El coste real de las pólizas que destinaba el IFA para prejubilar a los trabajadores afectados no cuadraba con la subvención que luego se cargaba en los presupuestos. En algunos casos, el organismo instrumental que utilizaba la Consejería de Empleo tramitó ayudas por un importe inferior al dinero que se imputaba en las arcas. En concreto, la Intervención pone como ejemplo las ayudas sociolaborales concedidas a la firma textil Hytasal, que se fijaron en 10,5 millones de euros, cuando en realidad «el importe correspondiente a las prejubilaciones asciende a 10,28 millones», expone, sin que existan datos objetivos que sustenten ese desfase.

No se trata de un caso aislado. Tras hacer una selección y examinar 20 convenios de los 144 tramitados por la Junta entre 2001 y 2004, el órgano fiscalizador concluye que «las deficiencias detectadas pueden considerarse extensivas al resto de los convenios», por lo que «existen dudas razonables sobre la correcta tramitación de los expedientes». Enumera 18 anomalías, tales como que no se daba publicidad a las ayudas, no se exigía a las firmas una memoria justificativa de las mismas ni plazo de ejecución o carecían de «fiscalización previa».

La Consejería de Empleo, así como la de Hacienda —bajo el mando de José Antonio Griñán—, hicieron caso omiso al órgano fiscalizador, pese a que tres informes consecutivos, de 2005 a 2007, avisaron de esta y otras «deficiencias» que cuestionaban la tramitación de los fondos al margen de los controles legales. Incluso, va más allá del proceso formal y detecta descuadres contables. Un acuerdo suscrito en julio de 2001 por el entonces director general de Trabajo de la Junta, Javier Guerrero —quien destapó en su declaración ante la Policía Judicial que había un «fondo de reptiles»— puso en marcha este polémico sistema de gestión de las ayudas. La declaración de este ex alto cargo, imputado en el caso, obligó a la Consejería de Empleo a realizar una investigación interna, que ha revelado al menos 183 irregularidades en los ERE.

Desde el principio, la gestión contable de los fondos ha estado plagada de sombras, como deja patente la Intervención. De hecho, avisó en 2005 de que el IFA se comprometió, a través de convenios con firmas, a darles 206,38 millones en ayudas de 2001 a 2004, de las que 44,46 millones no tenían «cobertura en los presupuestos de la Junta», por lo que los acuerdos serían «nulos de pleno derecho.
Cuentas que no cuadran en los ERE

Como paradigma del baile de cifras en las subvenciones, la Intervención señala que el coste de las prejubilaciones en Hytasal era inferior al imputado a las cuentas. Hace extensivo el desfase a otras ayudas.

Sin memoria justificativa

«No se aporta presupuesto desglosado por partidas, no se acredita la personalidad de las entidades solicitantes ni de sus representantes», son dos de los documentos que echa en falta la Intervención.

Falta la autorización del Gobierno

Tampoco «consta autorización de la concesión de las ayudas por el Consejo de Gobierno», que en entonces (2005) tenía como presidente a Manuel Chaves. Y faltan otros informes de la Consejería de Presidencia.

500.000 euros para un «broker»

El informe advierte de ya la existencia de intermediarios en la tramitación de ERE. En el caso de la firma textil Hytasal, el IFA desvió 500.000 euros a la «Asociación 14 de noviembre» para «gastos de gestión».

Las subvenciones no se hacían públicas

La Intervención apunta directamente a la opacidad del sistema de tramitación de los fondos. Asegura que «no consta que se haya dado publicidad a la concesión de las ayudas», como marca la ley.

zp ataca a Rosa diez

A doña Rosa Díez

Pablo Sebastián




Ayer el presidente Zapatero, visiblemente airado y desde su poderoso banco azul, ha insultado a la sola diputada de UPyD, Rosa Díez, llamándola mentirosa y demagoga sólo porque se atrevió a afearle al presidente sus obscenos encuentros con el poder financiero y empresarial. Y así este Zapatero, que no puede con Rajoy ni con su propio partido, cargó de lleno contra la señora Díez haciendo una exhibición de su proverbial talante y poderío y ofreciendo la imagen de un personaje que huye hasta de su sombra. Este presunto hombre de izquierdas que no se ha acercado ni por asomo a los lugares donde habita la desgracia de este país y que retoza alegremente con la élite de los ricos, su ‘tercera cámara’, mientras corta y recorta los derechos de los mas desfavorecidos, pisando esas líneas rojas que Rosa Díez comparó con los tirantes del banquero Botín.

Ayer hemos visto en unas emocionantes imágenes a los emperadores de Japón sentados en el suelo junto a muchos de los ciudadanos desplazados por las emanaciones de la central de Fukushima. Los españoles no hemos sufrido un terremoto y una crisis nuclear tan grave como la de Japón, pero el tsunami del paro, la destrucción de empresas y los dramas familiares y personales de millones de españoles no son asunto de menor cuantía en este país donde se ha pasado de la euforia a la depresión. Con la diferencia de que en el país del sol naciente la solidaridad general de su pueblo, y la unidad de las fuerzas políticas, el gobierno y las grandes instituciones públicas y privadas del Estado están resultando determinantes para sacar a los japoneses de su desgracia y postración. Y su historia demuestra que lo conseguirán.

En España, al contrario de lo que ha ocurrido en Japón, la crisis general que nos invade se ha convertido en campo de batalla política, de ambiciones oportunistas y de toda clase de desafíos irracionales y extemporáneos -ahí está Pujol pidiendo como siempre dinero al Estado mientras amenaza con la independencia de Cataluña-, que ofrecen una pésima imagen de la clase política española cada vez mas lejos de la realidad y resignada a no hacer nada hasta que se celebren los comicios generales de marzo de 2012.

No estamos hablando de estadísticas del paro de jóvenes y mayores sin nombre ni cara. Hablamos deunos millones de dramas empresariales, familiares, personales (mas de 350.000 familias perderán sus viviendas). De problemas urgentes, de ahora mismo y no para cuando ya no tengan arreglo o para cuando surtan efecto la dichosas reformas estructurales que llegarán tarde y no garantizan su éxito.

Pero, ¿qué hacen los líderes políticos, el Gobierno, todos los partidos, las grandes empresas e instituciones del país para ayudar y dar cobijo, trabajo y esperanza a nuestros ciudadanos? Pues entre otras cosas levantar sospechas contra los parados con ese infame discurso de Zapatero para desenmascarar “la economía sumergida”, algo que existe en toda Europa desde tiempos remotos, para decir que no hay tantos parados como parece, y pasar el cazo a favor de la escuálida Seguridad Social.

El enésimo desencuentro del PSOE y del PP que vimos en el Congreso de los Diputados no sirve para nada y habla de una legislatura agotada y de un año por delante perdido y a la espera de la gran cita electoral. Por todo ello quizás sea necesario que alguien hable con el corazón y la verdad a los españoles y también que los escuche y atienda. Rosa Díez, debe hacerlo en su cita de Vistalegre, la plaza de la ‘espantá’ de Zapatero, sabiendo que los grandes medios la ningunearán, pero buscando un discurso democrático, más emotivo y radical.
































Rosa Díez estará en Cádiz el 10 de abril a las 12 de la mañana

Que no se confunda, Zp con APR

El único candidato socialista que está en condiciones de propiciar que haya partido electoral en las generales es Alfredo Pérez Rubalcaba y, a distancia, José Bono. Cualesquiera otros, Carmen Chacón incluida, serían vapuleados en las urnas. Pero Rubalcaba, a sus muy trabajados sesenta años, sólo va a jugar esta partida si le cae en suerte -o por la fuerza- una mano de cartas con posibilidades verosímiles, si no de ganar, sí, al menos, de representar un buen papel y salvar los muebles. Y Rubalcaba -tampoco Bono, aunque este es más melifluo- podrían aceptar cargar con el marrón de enfrentarse a un electorado muy zurrado por Zapatero sin el control del aparato y el liderazgo interno. De tal manera que Rubalcaba será candidato a las primarias si éstas son de aclamación y si, de inmediato, la aclamación conduce a su elección en un Congreso -que puede ser ordinario a partir del mes de julio- como secretario general del PSOE.

Aunque Felipe González en sus conversaciones informales haya reservado al cántabro un papel de constante segundón, no está el vicepresidente para ejercer de secundario sino de protagonista. Así que habrá Rubalcaba en liza según y cómo se produzcan los acontecimientos. Y si estos no discurren por donde deben -completa y definitiva retirada de Rodríguez Zapatero- será muy difícil que un demediado Rubalcaba comparezca ante el electorado. Y sin Rubalcaba, no hay partido. O en otras palabras, sin el vicepresidente en la cabeza de lista por Madrid, el Partido Popular se planta en una holgada mayoría absoluta, más aún cuando Elena Salgado -de perdidos al río- ya ha anunciado cifras macroeconómicas que nos instalan en la crisis -con altísimo desempleo- al menos por cuatro años más. O sea, que votar PSOE, viene a decir la vicepresidenta, es hacerlo al estancamiento por más de un lustro.

Rubalcaba -que respecto del caso Faisán, por el momento, sólo, y no es poco, ha contraído una responsabilidad política que en España tanto unos como otros se toman a beneficio de inventario- es el único con experiencia y capacidad para enardecer en los mítines; mantener un equilibrada esgrima dialéctica con sus adversarios; elevar la moral de su tropa con recursos de variada gama –la ironía, el desprecio, la sorpresa, la daga florentina- y evocar al socialismo dorado de la mejor época de González. Rubalcaba es socialista; Rubalcaba no es progresista. Y hay una diferencia. No aspira, además, a que le quieran, sino a que le respeten y, en su defecto, le teman; cuida a sus enemigos con más mimo que a sus amigos; se informa detalladamente de los asuntos y tiene una larga experiencia en la confrontación con el PP.

Demasiados percebes adheridos ya en su trayectoria política como para ir de palmero de Zapatero, instalado éste en la secretaría general, disfrutando de los elogios que en España sepultan a los vencidos y fracasados (hasta el Financial Times le ha hecho ya la necrológica), y entonar el aria del “adiós a la vida” por un zapaterismo que al diputado cunero por Cádiz le importa, en el fondo, una higa. Y quien suponga que el vicepresidente pierde el trasero por un minuto de gloria, no le conoce. Bono, que es más vanidoso que una pavo real, sería capaz de aceptar el enjuague; para Chacón, resultaría un éxito llegar a la candidatura por supeditada que estuviera al desgastado Zapatero, pero Rubalcaba en absoluto.

Se atribuye a Zapatero una virtud que jamás ha tenido: el control de los tiempos. Ese es el mejor de los atributos de Rubalcaba. Y otro: la detección de las oportunidades. Y otro más: la supervivencia. Por eso, Rubalcaba, está en el candelero cuando los de su generación -ahí está Chaves, derruido y sin futuro- pasean por el parque, al sol de los lunes. De tal manera que nadie dé por descontado que el vicepresidente esté allí donde le espera la militancia del PSOE. Acudirá a la cita con todo el peso de la púrpura y con todas las bazas posibles en la mano. De lo contrario, no irá. Por eso, esta historia de Zapatero y de su retirada parcial y a plazos, no ha hecho más que empezar. La capacidad del presidente para confundirse -en el fondo, en la forma, en los tiempos- parece inacabable. Con Rubalcaba, o repara en las entretelas del personaje, o se confundirá también.




Jose Antonio Zarzalejo

Ivan Chaves, un pijo que quiso ser lord

En Exclusiva | @J. Chicote / M. Miralles.- 09/04/2011 (06:00h)


Iván Chaves Iborra, hijo de Manuel Chaves, ex presidente de la Junta de Andalucía y actual vicepresidente del Gobierno y presidente del PSOE, hermano de Paula, responde a la tipología de lo que vulgarmente se conoce como “niño pijo sevillano”. Nacido en Sevilla el 12 de julio de 1974, saltó a la fama, sin él saberlo, el día que sus padres, Manuel Chaves y Antonia Iborra, se hicieron la famosa foto junto a Felipe González, Alfonso Guerra y otros líderes socialistas andaluces del Clan de la tortilla. En esa imagen, su madre, Antonia, estaba embarazada de Iván.

Estudió en centros académicos públicos, como el Instituto Fernando de Herrera, en Sevilla, y privados, caso del St. Michael's School, en Madrid, en los tiempos que su padre era ministro de Trabajo con González (1986-1990). En este elitista centro educativo coincidió con otros hijos de dirigentes socialistas. Allí era conocido por la ropa de marca y “su desprecio hacia chicos que vestían prendas más modestas”, según testimonio de un ex compañero, que añade que “Iván era un niño pijo, algo altivo, simpático, dicharachero, muy comunicativo y estudiante cumplidor. Políticamente trataba de no significarse en exceso”.

Posteriormente estudió en la Universidad de Sevilla hasta licenciarse en Administración y Dirección de Empresas. Poco después de terminar sus estudios uno de sus primeros trabajos fue como empleado de la empresa Persán, fabricante y distribuidora de detergentes, lavavajillas y otros productos de limpieza. Tras abandonar esta firma se instaló por su cuenta. En el registro aparece como administrador de tres compañías, de las que El Confidencial ha venido informando durante toda esta semana: Cexmark Soluciones SL, Exiden participaciones SL y Núcleo de Inversiones y Negocios SL. Esta última era denominada coloquialmente por Iván Chaves como “núcleo duro”.

En los casos en los que su intermediación podría incurrir en un delito de tráfico de influencias o generar un escándalo político, Iván Chaves utiliza a su socio, Javier Olaegui de la Infiesta y a la empresa de éste, Inverolaegui. De hecho, Manuel Chaves llegó a comentar a su círculo más próximo los reproches que le hacía Iván, quien protestaba porque ser hijo del presidente de la Junta no le dejaba rienda suelta para sus negocios, esto es, poner en contacto a administraciones y empresas públicas con compañías privadas. De lo que no se quejaba es de la cantidad de puertas que le abría su apellido y que le permitía presentarse ante sus clientes como el “abrelatas” perfecto.

Un habitual de los ambientes nocturnos

Su vida personal ha sido agitada. Hasta su matrimonio, era muy conocido en los ambientes nocturnos sevillanos, donde se movía como pez en el agua. En septiembre de 2003 contrajo matrimonio con Rocío Cabet del Castillo en la Catedral de Sevilla, “una boda más propia de un señorito sevillano que del hijo de un socialista histórico”, según testigos del enlace. Los casó nada más y nada menos que el cardenal arzobispo de Sevilla Carlos Amigo. De su matrimonio tuvo dos hijos, que según personas de su entorno familiar, tienen muchísima relación con sus abuelos paternos. El ex presidente Chaves habla de ellos a todo su entorno “con emoción, como un abuelo más que orgulloso”.

A partir de su relación con Iván Chaves, Rocío Cabet del Castillo comenzó a trabajar en la empresa pública Extenda, organismo de promoción del comercio internacional de la Comunidad Autónoma de Andalucía, dependiente de la Junta. En Extenda, Rocío Cabet tiene un sueldo de unos 1.400 euros netos al mes. Compañeros suyos han explicado a El Confidencial que es “una chica preparada, muy bien educada, trabajadora, que nunca ha hecho uso del apellido de su marido, incluso había gente en la empresa que no sabía que era nuera del presidente de la Junta”.

La relación matrimonial se deterioró y, tras diversos conflictos que fueron objeto de muchísimos comentarios en la alta sociedad sevillana, de los que Iván Chaves no salía especialmente bien parado, la pareja se separó. En la actualidad se encuentra tramitando el divorcio. Según declaran personas de su entorno a El Confidencial, “la separación ha generado momentos de muchísima tensión, y Manuel Chaves y Antonia Iborra han tenido muchísima intervención en el conflicto”. En Sevilla es objeto de comentario el hecho de que, tras la separación, la custodia de los dos hijos de la pareja recayó en Iván Chaves. Hoy en día es frecuente ver a Antonia Iborra, la madre de Iván, llevando y recogiendo a los niños en el colegio, “pues es quien, al menos por lo que se ve por las calles de Sevilla, más tiempo pasa con las criaturas”.

Iván Chaves es un amante de los deportes náuticos, juega al pádel y esquía frecuentemente en Sierra Nevada. Le gusta viajar (Londres, Marruecos, Abu Dhabi…) y la ropa de marca, como Hackett, una firma inglesa de ropa muy conocida -y muy cara-, que se define como “Essential British Kit”. Personas que le tratan asiduamente dicen de él que “es un sevillano al que le hubiera gustado ser un lord inglés, se le impregnó el estilo british cuando estudió en el Saint Michael´s”. También es amante de la buena mesa y es fácil verle en los restaurantes más de moda de Sevilla.