viernes, 19 de agosto de 2011

Los chofers han hablado.


> Menuda la que se ha liado desde que los 40 chóferes despedidos el pasado
> miércoles por la Dirección del Parque Móvil de Estado han decidido abrir
> la boca para desvelarnos las excentricidades y abusos de nuestras
> ministras a la hora de utilizar unos coches oficiales que nos cuestan a
> todos los españoles 15 millones de euros, y no precisamente a causa de los
> mileuristas sueldos que cobran estos trabajadores, también escandalizados
> por el elevado coste del mantenimiento de los 490 vehículos oficiales de
> los altos cargos socialistas. Pues bien, la medalla de oro del uso
> indebido del coche oficial parece que, por unanimidad, los chóferes se la
> otorgan a la ex ministra Bibiana Aído, con la que ninguno de ellos quería
> trabajar, puesto que utilizaba su vehículo para salir de copas por la zona
> de Huertas de Madrid, incluyendo el servicio de esperarla hasta altas
> horas de la madrugada y recoger a sus amiguitas en sus domicilios. ¿Será
> ésta una nueva forma de predicar igualdad entre todos los españoles? La
> plata es, sin duda, para la también ex ministra Teresa Fernández de la
> Vega, que obligaba a sus chóferes ir a 190 kilómetros por hora, dada su
> costumbre de llegar siempre tarde a los actos oficiales. Delictiva
> práctica de la que, cómo no, el responsable era el conductor de turno, a
> uno de los cuales le quitaron 6 puntos del carné en un viaje a Valencia,
> ante lo que la jefa no hizo nada para ayudarle, y el colmo es que ni
> siquiera sabe cómo se llaman. Y el bronce es para Elena Salgado, que, por
> lo visto, se pasa el día mandando a sus conductores a por bombones a
> Embassy en el Paseo de la Castellana, y, aunque el actual lo niega por
> miedo a que lo echen, en la famosa pastelería lo confirman. Pero sus usos
> indebidos del vehículo oficial se extienden además a asistir a clases de
> Pilates, a la peluquería o a pedir un coche auxiliar cargado de modelitos
> para elegir en una sesión fotográfica con Vanity Fair, a lo cual
> evidentemente los conductores se negaron. Pero, por lo visto, el colmo de
> la desfachatez en el mal uso del coche oficial lo ostenta el ex ministro
> de Trabajo y actual presidente de la Fundación Ideas , Jesús Caldera, cuya
> fama de tratar con la punta del pie a sus conductores es tal que llega
> incluso a comunicarse con ellos poniendo a sus escoltas como
> intermediarios, y es que dirigirle la palabra a los chóferes es cosa del
> vulgo. Aunque los excesos en este ámbito son de los más variado. Hay
> directoras generales que piden sillitas para acomodar a sus pequeños
> cuando los chóferes los recogen de la guardería o del colegio, y hay una
> ministra que tiene un Peugeot oficial a disposición de su cocinera
> particular para que vaya a hacer la compra todos los días al mercado.
> Menos mal que Trinidad Jiménez es educada y no utiliza su vehículo oficial
> en fin de semana. González-Sinde parece que tampoco. En fin, ver para
> creer en tiempos de crisis… y los a los funcionarios les bajan el sueldo…

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